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PROPIEDAD- Particular — AÑO- 2022 — ÁREA- 120 m2 intervención interior — ESTADO- Realizada — USO- Residencial — INTERVENCIÓN- Proyecto de Reforma (Obra Menor), Proyecto de Interiorismo — EQUIPO — Contratista- Grupo Alzado — Fotógrafo- Javier Bravo — Estilismo- Beatriz Torelló
Vivienda situada en el distrito Salamanca en Madrid, con una superficie útil de 120 m2. Formada por un recibidor, comedor y cocina en un único espacio, tres habitaciones ,una de ellas con baño en suite y vestidor, y otras dos que comparten un baño también utilizado como aseo de invitados.
Se trata de una reforma integral en la que se optimiza la distribución del espacio para lograr mayor sensación de amplitud y luminosidad. La vivienda se caracteriza por poseer una geometría alargada, con la entrada en el extremo opuesto a la zona común.
A los propietarios no les gustaba nada la idea atravesar la misma para llegar al salón y tener la cocina al principio de la vivienda, teniendo la sensación de vivir a lo largo de un pasillo.
Por tanto, cómo tratar este pasillo y redistribuir los espacios se convirtió en la llave para resolver este proyecto.
Para ello se traslada la cocina a la zona de salón comedor, se reduce la longitud del pasillo, se genera un recibidor y se caracteriza el pasillo con el uso de la madera en los techos y se enmarcan las embocaduras de este.
De esta forma, en lugar de disimular el pasillo, hacemos lo contrario, dotándolo de carácter y protagonismo creamos una pieza importante que conecta dejando de ser una mera transición.
Al entrar en el recibidor, un marco esbelto nos invita a entrar y descubrir que hay al final del mismo. Una vez dentro, un espacio cálido dotado de una iluminación indirecta que baña la madera del techo sorprende y capta nuestra atención, provocando que las paredes blancas en las que se ubican las puertas de acceso a las habitaciones pasen desapercibidas mientras lo recorremos. Al final de este nos espera otro marco de mayor escala y envergadura, además de encontrarnos con un espacio que irradia luz.
Se convierte por tanto en la pieza que articula el proyecto de extremo a extremo. En los que se ubican las embocaduras de madera, de escala acorde al espacio que preceden para enfatizar esta idea de entrar o salir de él.
El salón, comedor y cocina ubicados al final de este, se caracterizan por un gran ventanal en chaflán, que articula el espacio diáfano en forma de L, dejando a primera vista el salón y el comedor y de forma más discreta, en un recodo, la cocina abierta al espacio.
Para lograr esta sensación se modifica la posición de la misma, anteriormente ubicada en el acceso, y se traslada a uno de los extremos de esta L, en una zona principal con vistas al exterior y abierta al salón comedor mediante una isla acabada en Calacatta Gold, que conecta los espacios y parece otra pieza más del precioso mobiliario de la vivienda, ya que los armarios y usos se ubican en el perímetro que la rodea, liberando de uso su superficie para que se convierta en un lugar de reunión, desayunos, etc.
La paleta de materiales se escoge en función del uso de los mismos y lo que queríamos transmitir en cada espacio. Les gustaba el uso del porcelánico en el suelo en tonos Campaspero, ya que la pareja que lo habita tiene dos hijas muy pequeñas y mascotas. Querían un suelo resistente que no requiriese mucho cuidado y fuese claro para dar mayor sensación de amplitud y luz.
Para no caer en un espacio demasiado lavado o frío, se propone el uso de la madera en las verticales y techos, que aportan calidez y unifican la gama de tonos que perseguían: tonos beige, calacatta gold, latones… procurando no caer en un proyecto sin fuerza.
Por tanto, en la cocina, baño principal y balda de chimenea se propone el calacatta gold, con veta marcada en tonos grises, madera, miel y dorado que recoge los tonos de la casa. A la entrada y en el baño de invitados se utiliza el Campaspero, un tono más oscuro que el suelo y con mayor textura que el mismo para que contraste y tenga presencia en los elementos que se utiliza, pero sin cargar. En los baños, el uso de estuco continuo para no competir con los lavabos y bañera exenta que son las protagonistas. El resto de la vivienda con acentos de grifería, manillas y tiradores en latón combinados con luminarias en latones pavonados que contrastan y dotan de más de fuerza al proyecto.
En el mobiliario el uso de colores claros y diferentes texturas ayudan a generar sensación de calidez y amplitud. El tono de la madera de la arquitectura reverbera en la mesa de comedor y taburetes.
Piezas en negro, alfombras de cáñamo, cortinas de lino, texturas de gran calidad que aportan riqueza a este proyecto. Cuyo broche final son las obras de arte. Para las que se contó con el asesoramiento de Red collectors, y en especial con la Galería Álvaro Alcázar, para conseguir un resultado que amalgame los tonos, eleve la arquitectura y aporte personalidad a la vivienda.